Risotadas

Las luces de neón titilan todos mis esfuerzos
mientras una risotada de arpegios se me azota en la cara...

sombras

Una planta roja,
como una

inmensa crin de fuego,

se desliza hacia abajo,
a
lo
l
a
r
g
o
de un costado de la ventana, al
tiempo que
dibujo sobre
el muro
la
sombra

de ella...

hadas

Una mujer se lía un hato de ramas a la espalda y huye...
a la lejanía piensas que es un hada....


Con un saludo a FriturA

Puertas

La
luz
del
día
sólo

entró

un

poco,
en
forma
de
joven
que
llama

a
la

puerta de tu dormitorio:
abres
y

quedas

anonadado
de no ver a

nadie

Isla negra

Una planta
roja,
como una
inmensa crin
de fuego,
se desliza hacia
abajo,
a lo largo de un costado
de la ventana...
Mientras, vislumbro
a la lejanía,
más allá,
al sur
del ecuador
de tu
cuerpo,
un territorio de
suspiros.
Sí...
Isla Negra está a la vista

Eclipses

Me separo de ti y digo:

"Toma este vaso ahumado que es mi mano en tus manos, he aquí el eclipse"; sonríes y te sumerges en los mares para extraer la rama de coral de la sangre...

Secreciones

Las
secreciones
de
tu
corazón
palpitan
en augurios
que

prometen

un
olvido
herrumbroso
de
que
j
i
d
o
s

Arbustos

(Una estilográfica muy aguda se acomoda entre las hebras del pentagrama)

Con una vaguedad de ensueño te destejes de los colores del día y observas, por las ventanas de tu habitación, los ecos de la noche...

Mientras, he imaginado un árbol, al momento de recordar tus arbóreas caricias, que al igual que el de Apollinaire se te parece.

En la lejanía, un destello de iridiscencias previenen tu presencia.

Alguien pregunta: ¿por qué caminas tan rápido?
No lo sé, quizás para apresurar la muerte...

Cocktail

Se abre la puerta

un

cocktail de sonrisas se

desbanda por las aceras minuciosas,
el viento se acomoda entre nosotros...

y aunque no estuviste hoy, estás ayer (afuera alguien canta la Internacional).

Vislumbro que estoy a punto de que mi figura podría resolverse en caídas de luces y colores...

...sólo un vómito

Látex

Bebes un poco más de cielo. La luna cae, roja, sobre la calle y aún no has encontrado con quien ir a mirar el anochecer. Tu cuerpo, ahogado en látex emerge, abriendo corolas a su paso entre los escaparates de la calle. Un maullido desgarra las paredes y el aire se escuece en un balido roto.

Huidas

En back projection, la calle comienza a enmudecer; sucumbes ante la voz de un merolico exegístico que asesina el silencio y anuncia, desde el centro de la calle a la cabeza sin cuerpo, pero el idilio es roto por el gemido de un hemofílico que se ahoga en un charco de sangre a mitad de la calle, al tiempo que un estridentista asesina al "Claro de luna"... Con el corazón apretado como un puño, huyes.

Candelabros

Despacio, paso un brazo sobre tu espalda... y luego el otro, jamás los dos al mismo tiempo; afuera, en la calle, la jornada es deficiente y antes se preocupa de reanimar los sueños que los ánimos; dentro, los candelabros de mi cabeza llamean todos tus ensueños, Tomo tu mano y suspiro...

estancos

El
Ph
de
tu
saliva resuena
en los
estancos
de mis labios
,
como
si
fuera
a
morir
ante
la
impertinencia de tus
sentidos.

Remedios

hola

Prueba de post

miradas

Ahora eres un perro que se arrastra sin parar, en tanto que caen tangenciales gotas de tedio a través del sendero que se abre ante mis ojos. Su llovizna artificiosa iguala, eufemísticamente, la pretensión oblicua de alcanzar lo universal. Escucho lo amarillo de la noche al tiempo que una imagen se emparienta con la luz; deduzco que la teoría presupone una sofistificación de la apropiación transformacional de la realidad, predispongo el escepticismo ante la historia de la humanidad.

Una pregunta se agolpa en mi cabeza: ¿Hasta que punto la inacción de la acción a devastado mis sentidos?

Te miro y una desbandada de suspiros se aleja de mí.

Lejanía

Con la cabeza dolorida de tedio, te alejas del voltaico; dejas atrás a las Euménides confundidas entre Cástor y Pollux y a las Pléyades asesinadas de desesperación entre manos semidifusas. El vinil de tu abrigo comienza a llorar ente la fría noche: amorosamente lo estrujas contra tu pecho y sucumbes ante la voz del merolíco exegístico que mancilla el silencio y anuncia, desde el centro de la calle, a la cabeza sin cuerpo; pero el idilio es roto por el gemido de un hemofílico, que se ahoga en un charco de sangre a mitad de la calle, al tiempo que un estridentista asesina el Claro de luna. Con el corazón apretado como un puño, huyes...

Esperas

Bajo el voltaico de argón sigues esperando.
Escucho los
colores de tu voz

y un sobresalto de avispas
se

desborda por mi
c
u
e
r
p
o
Sirio pasa con las luces apagadas y lo miras indolente, mientras Caliope, en otra esquina enmudece ante la presencia de Aldebarán

Recuerdos

Estás ahí, mirando por la ventana mientras la luz que entra por ella te asemeja a una aparición divina, quizás a un cuadro renacentista. Afuera, desde lo más alto a lo más bajo de la calle echan a volar grandes avispas isóceles. Los pájaros pierden sus formas después de perder sus colores. El ocaso te tiñe de rojo y sudorosa de tedio das la espalda a la ventana (no has notado que afuera, la calle comienza a transformarse en un monstruo de colores neón), enciendes la radio que entona no sé que extraña canción demodada... En la calle una prostituta levanta una sinfonía de suspiros.
Abotonas tus labios ante mis labios,

pero cada

vez era
otra vez

lo im
p
r
e
visto

y el suéltame

los labios...

Imposibilidades

El corazón y la mente, que para algunos es la la prueba más palpable de la existencia de dios, su reflejo más claro, se encuentran en infinita lucha para sumir al hombre en una eternidad intemporal, donde el hombre no cree en lo imposible simplemente porque es imposible (como proponen algunos irracionalistas), ni la negación de tal creencia en virtud de la imposibilidad de lo creído (como sugieren la mayor parte de los racionalistas) sino en la afirmación sin creencia. El hombre afirma sin creer y con ésto, como en el principio de los tiempos, irremediablemente crea, pisando el fondo del abismo al explorar la negritud, donde el creer supone alienar la razón en favor del objeto de la fe, que trasciende por su naturaleza, casi mística, a toda razón humana. El esc eptiscismo de la razón y la desesperación del sentimiento conviven, mundanamente, y la desesperación, el nobilísimo, más profundo, más humano y más fecundo estado de ánimo, se enfrenta con el esceptiscismo racional y se abrazan, nauseabundamente, como hermanos

Flores

Recargada en una flor de argón, meditas, mientras tus dedos asfixian un cigarrillo que luego es besado con devoción. A lo lejos, en el tercer piso de un edificio, el silencio ausente de los amantes rotos se desgañita de placer. La calle se encuentra sumergida en las aguas náufragas del insomnio. Cierras los ojos: "todo es azul, casi morado". El ruido de los aparatos intuitivos de la acera de enfrente te rescatan de tus recuerdos; los lames y exprimes tu corazón...

La fuente

Un incendio de aplausos se consume a la distancia, mientras que la destreza verbal que despliegas recorre una trayectoria kepleriana:

Una fuente mercurial se contonea al ritmo

de la noche.

sus metálicas aguas se rizan con el viento,

esperando brazar la luna...

Recoges la pálida imagen que la fuente escupe a borbotones, una, dos, tres veces y tu imagen insiste en quedarse en el fondo de la fuente.

Lanzas un suspiro y continuas tu camino.

El sueño

Un camino. Sin saber que hay, una cabeza empieza a hablar, se encuentra tras un telón. La cabeza parece tener cuerpo. No se entiende lo que dice; parece un muñeco de ventriloquía cuando gesticula y mueve los ojos diciendo cosas que no se entienden. A la derecha se abre otro inmenso camino (aunque no es posible reconocer sus características). Es media tarde, el sol llega por el lado izquierdo de la escena. Existen una serie de objetos colocados en el terraplén escenario. Siguiendo el camino de la derecha el sol da ahora en las espaldas; inevitablemente hay que voltear, en ese instante se descubre que la cabeza se encuentra apoyada en una pica adornada con cintas de colores y cascabeles, alguien la hace girar hasta que la miradas se enfrentan...

El rostro parece el de un hombre con el que ha habido un encuentro casual.

Estío/hastío

Las estrellas del color del champaña se quedan inmóviles; afuera, a gritos, anuncian una cabeza sin cuerpo. Cierro los ojos y en cada rosa creo ver la cabeza cortada, abro los ojos y en cada cuerpo creo ver la rosa rosa, cercenada. La luna se filtra por la ventana y, como cinematógrafo lumiere, proyecta sobre la pálida pared una orgía mecánica de ramas y hojas. En la punta de cada rama hay una estrella...

En los ecos de mi insomnio

Los anuncios cinemáticos corren sin parar, un código de barras prevalece ante la visión artística. Imagino la capacidad imaginativa de un perro, exaltado ante el elemento común de la homogeneidad del héroe de la novela contemporánea. El charol negro de tus zapatillas cambia, desde la tonalidad roja de los anuncios de cigarrillos, hasta el color sinople de la publicidad del cloro.

La luna

sangra a
través

de un cilindro de asfalto.....

Luces

El farol, que muy lentamente se acerca, se detiene constantemente para escuchar por la ventana abierta. Detenidamente tientas los muros de los sueños, como en un estrépito de fuegos de artificio que se elevan por encima de una distracción de suspiros filtrados por las baldosas de algún insospechado jardín. Una paranoia de ensueños se entrevén por las estancias de tu cuerpo, mientras, yo intento no conciliar el sueño...

In
the sea of
love mi amor es azul
aunque intenta buscar
amores de 16 bites.

Sentimiento trágico

"La filosofía es un producto humano de cada filósofo, y cada filósofo es un hombre de carne y hueso que se dirige a otros hombres de carne y hueso". Así comienza Del sentimiento trágico de la vida. Idea contundente, o mejor dicho: ideal, que condensa de modo tajante, insólito y sórdido la condición del hombre que elige, como Feuerbach, una filosofía para convertirse en el hombre que quiere ser; del hombre que se arrastra, repta, sufre y se conmueve ante su liviandad; del hombre que solloza, estremecido, ante la evidencia del no ser; del hombre filósofo que, al igual que un asno, lleva sobre sus espaldas la pesada carga nietzcheana; del hombre que piensa sobre la vida y el mundo y se de cuenta que no existe la vida, entidad demasiado genérica, sino el hecho irreductible, originario, primitivo y burdo de su existir; del hombre que aspira pues a romper las ideas, como las botas, haciéndolas suyas y usándolas.

Perversiones

Lo trágico en la vida real es un fenómeno necesariamente estético, porque está en juego la sensibilidad del sujeto que ve y percibe lo trágico; desde su sensibilidad es como percibe lo trágico. Que lo trágico en la vida cotidiana pueda ser contemplado con placer es, quizás, una perversión pero que para el caso no importa; eso es problema de la psicología o de la psicopatología. Pero lo trágico, ya sea en la vida cotidiana o en el arte, es definitivamente estético, porque se percibe desde la facultad de la sensibilidad, con independencia de sus efectos emotivos.

Estéticas

La estética del siglo XIX (aquella que puede resumirse en la frase de Kant, la que concluye el Segundo Momento de su Crítica del juicio: "Bello es lo que, sin concepto, place universalemente") ha entrado en desuso, pues exige una adhesión universal al juicio de gusto ya que al ser estético es subjetivo y parte del objeto. Este error ha creado un mito: el mito de la universalidad de lo estético como universalidad de lo bello. Digo error y mito porque no se puede probar que un objeto sea bello (aunque se ha exigido adhesión, a lo largo del desarrollo de la estética, a una validez subjetivs universal, que convierte al aforismo de Kant en algo verdadero). El mito de la universalidad como expectativa, exigencia, deber ser, ha cabalgado sobre el lomo de la estética desde hace muchos años ensombreciendo su destino. el mismo Marx creía en el mito de la universalidad, cuando se preguntaba por la vigencia actual del arte clásico. Su vigencia era universal.

Actual

El cielo, estrellado como un mar, es atravesado por un hombre alado, que hace dilatarse en círculos concéntricos las ondas hertzianas; los ruidos de la calle entran a partir de una rendija abierta en una esquina de la ventana, que delimita y contiene un pedazo de cielo abierto, un pedazo de mundo, condensado en mil quinientas páginas en el texto que tienes sobre la mesa...

Pagano

La necesidad de descubrir la imposibilidad de crear el libro total, el libro de ese mundo providencial del cual hablaba Leibniz que se opone al mundo real, radica en que el discurso debe ser pronunciado por alguien. Los caracteres del mundo no son proferidos por nadie. Ante todo habla Dios, quien al crear el cielo y la tierra dice "sea la luz". Sólo después de la palabra divina la luz existió. La creación se produce por un acto del habla, y sólo al nombrar las cosas, a medida que las va creando les confiere un estatuto ontológico. (Génesis 1:3-4). Por lo tanto la ecuación Escritor = Dios se desmorona...

(Y a pesar de todos estos argumentos, no deja de resonar en mis oídos la voz de Vicente Huidobro....)

¿sueños?

En
la
esquina
de
algún
campo
extraño
un
pistolero
sueña
y
mi
cerebro
se
desmenuza
en
extrañas
sensaciones
de
deshilachado
confort

Mundos posibles

La expresión "mundos posibles" propuesta por Leibniz para definir aquel acto divino, consistente en dar existencia a un mundo real, uno, el que Dios elige, entre los numerosos mundos creados por su mente providencial, encierra la posibilidad de contener en un libro, un libro arquitectónico y premeditado, la total interpretación del mundo. Mallarmé y Válery soñaron con escribir este libro. Joyce, Proust, Pound buscaron nuevos métodos para llegar a ser los escritores absolutos de la realidad.

Nuestra verdad posible tiene que ser invención...

Tu imaginación te ha trastornado, el ruido

de la tarde es sustituido

por una canción

sicalíptica que

descerraja los sentidos.

En cada esquina, bajo la luna roja, la vida comienza a arrebatarse, en jirones de tela desteñida, los mejores lugares para parir un crimen. Hileras interminables de violentas flores de argón florecen a ambos lados de la calle Venus.

Naufragio

Has desafiado el tiempo, según tú; Has atravesado la barrera del sinsentido. Cierras la puerta y miras el desenlace cómico de alguna mala película en el televisor. Enciendes la luz pero ahora no te sorprende que el chorro de luz inunde la habitación al momento que presionas el interruptor. Te ahogas en luz. Ahora eres la luz...

Antropofonía

Un crepúsculo de miradas se pierde a la distancia. Abres la puerta y afuera hay un desntendimiento de sentidos; la calle se abisma en el interior de un vaso, retroproyectado en la insulina de los frascos de enfrente. Un andamio de desilusiones se tiende a lo largo de un estanquillo de acontecimientos agotado en el grito del sol. Gritas.

Borrador

Como Venus convencional, nació de una concha líquida apuntando al cenit en escuadra. Puede pintarse con tres brochazos paralelos (a mi lado un niño dibuja interminables V V V V V V, trazo una en la memoria e inmediatamente adivino a una gaviota); aparece inmensa yentrega una tarjeta con su nombre dirección y teléfono, que es una procesión de cisnes 22222222...

Interior

Esta muchacha, recuerdo, tenía un nombre en la oscuridad; de ella sólo me queda la sensación del fino labio sonrojado y la canción demodada hundida por el peso del reloj central que cada cuarto de hora solloza...

Pensaba que su explicación acerca de la existencia de los entes materiales deducía la existencia de Dios (nota al borde de la página).

Falaz

Creo ver en tus huesos un recurso cíclico de las mañanas blancas: húmedos y fríos ...

Mientras, te arrinconas ante un dios con autoridad semántica que habla a partir de su voz, come a través de tu boca, ve a través de tus ojos y tú, ingenua, falaz, desmembras la razón intentando atentar contra dios, contándole tu vida en perspectiva humana

Génesis 1: 3-4

Descripción y narración necesitan de la palabra. L a voz , habla , escritura, palabra son un tejido de huellas que se relacionan con el mundo, son un entramado de diferencias que, desbordando el concepto lineal de escritura que se manifiesta en la imprecisa forma de un libro escrito por un autor, ponen de manifiesto la imposibilidad de contenerlas.

El lenguaje es sólo una esperanza y una utopía.... Por eso necesitó de Dios para que lo ordenara.

Repetición

De nuevo nacerás de un vientre,
de nuevo crecerá tu esqueleto,
de nuevo arribará esta página a tus manos iguales
de nuevo cursarás todas las horas....

Parece Nietzche

Secuencia inicial

Una a una las imágenes comienzan a seguir un rumbo equilibrista que persuade la razón.

La realidad es una secuencia
de imágenes
que
trasudan pasión

nunca fui un corazón

(Sí, el sonoro tic - tac acecha al otro lado de la puerta)

Ruido blanco

Según descubrí hace algunas horas, el ruido blanco es aquel que producen los aparatos eléctricos, o mejor dicho los electrodomésticos, y que se encuentran a nuestro alrededor y no nos producen ninguna molestia. Ese es el mejor ruido, de ahí que ahora me dedicaré a producir ese tipo de ruido... blanco, quizás imperceptible pero que se encuentra alrededor de nosotros.