La necesidad de descubrir la imposibilidad de crear el libro total, el libro de ese mundo providencial del cual hablaba Leibniz que se opone al mundo real, radica en que el discurso debe ser pronunciado por alguien. Los caracteres del mundo no son proferidos por nadie. Ante todo habla Dios, quien al crear el cielo y la tierra dice "sea la luz". Sólo después de la palabra divina la luz existió. La creación se produce por un acto del habla, y sólo al nombrar las cosas, a medida que las va creando les confiere un estatuto ontológico. (Génesis 1:3-4). Por lo tanto la ecuación Escritor = Dios se desmorona...
(Y a pesar de todos estos argumentos, no deja de resonar en mis oídos la voz de Vicente Huidobro....)
(Y a pesar de todos estos argumentos, no deja de resonar en mis oídos la voz de Vicente Huidobro....)
3 comments:
Quiere decir que la multitud de poetas que pronuncian palabras son Dios? y su condición multitudinaria no los convierte en irrelevantes e inexistente con el pasar del tiempo y el olvido?
Según eso Dios es mortal en cada instante, impredecible y deleznable.
Saludos cordiales. Me gusta tu casa
tu cuate se refiere a tu casa, casa o a éste blogg como tu casa??
a este blog como mi casa
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